A las 11 de la mañana del 3 de octubre de 1821, Simón Bolívar entró al salón de sesiones ubicado en la sacristía de la iglesia parroquial de Villa del Rosario de Cúcuta,Tomó asiento al lado del presidente del Congreso y puestos todos de pie, juró como presidente de la naciente República de la Gran Colombia, conformada por Venezuela y Cundinamarca, nombre asignado a la Nueva Granada. Tras un discurso y la posesión de Francisco de Paula Santander como vicepresidente.
A veces se nos olvida que aquí nació Colombia, con la bandera de MIRANDA, los sueños de BOLIVAR y el orden de SANTANDER; de los tres, solo nos queda la bandera, aun cuando a uno y otro lado del puente se vea diferente, pero nos fuimos diluyendo en el tiempo, nos sentamos a ver pasar para un lado y otro, las riquezas y los poderes, conformándonos, con migajas que caen de las mentes ambisiosas, que han explotado nuestras tierras, nuetras vida y truncado nuestros sueños.
El 3 de octubre de1821, de algún modo celebrábamos el fin de 300 años de esclavitud disfrazada, pero esa esclavitud retorno poco a poco y ahora somos esclavos de nuestras propias decisiones, como si no pudiéramos salir del laberinto y nos chocáramos cada vez con la misma pared, siempre devorados por los minotauros que nos consumen en vida.
Sombies de la democracia, reclutas de la indecisión y reyes del conformismo, en eso nos hemos convertido, pero como nos dan pan y circo, ya llega la época de los regalos, los mercados, de pavimentar calles que llevan años destapadas, de entregar subsidios prometidos, becas esperadas, puestos transitorios y plata en efectivo.
Y entonces, los MIRANNDA, los BOLIVAR y SANTANDER, volveran a ser incomprendidos, vituperiados y desterrados, otras calles se ahuecaran, los mercados no llegaran y el ciclo seguirá girando, como el mundo, girando otros cuatro años...
Cuantos sueños rotos caben en urnas de carton...
Para que cuentan los votos, si se repite la ecuación.
