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martes, 1 de marzo de 2011

La Cultura del Olvido.

El 28 de febrero de 1813, domingo de carnaval, el general español Ramón Correa asiste a misa muy de mañana, mientras las tropas del Coronel Simón Bolívar, desde el alba de este histórico día, se movilizaban por las colinas occidentales que dominan la Villa de San José de Cúcuta. Avisado Correa parte al encuentro de los patriotas con más de 800 hombres bien provistos. Se sitúa a tiro de fusil de las colinas que ocupan los insurgentes y comienza la acción guerrera. Una partida de 100 fusileros del Rey intenta dominar el flanco derecho del ejército del coronel Bolívar, pero un cambio rápido de posición deja sin efecto el movimiento. La lucha es encarnizada y reñida. Lleva cuatro horas sin decidirse, pues el combate ha comenzado a las nueve de la mañana y solo a la una de la tarde de aquel día, 28 de febrero de 1813, una carga a la bayoneta ordenada por Bolívar dio la victoria a los patriotas.
Parece que para los cucuteños de ahora esto no fue importante, se hace un desfile casi que por cumplir con la conmemoración, habla el alcalde de turno y listo, salimos del formalismo.
La libertad…el sueño de bolívar y de toda una generación de jóvenes héroes, pasa a segundo o tercer orden en las prioridades de la ciudad…en 1492 llegó colon a América, 321 años pasaron de injusticias, sometimiento, castigo, pillaje y esclavitud…antes de que estos valles de san José, recibieran el beneficio de la libertad, después de ese día todo fue diferente, tal vez fuimos peor, pero libres y por esas mismas libertades estamos como estamos.
Hoy en día y gracias a esos hombres que el 28 de febrero libraron la batalla, podemos elegir nosotros mismos a nuestros gobernantes…pero aún no aprendemos, ni Bolívar, ni Santander, ni Nariño…ninguno de ellos logro que aprendiéramos a vivir sin sometimientos, hemos estado sometidos a lo que quieren hacer los politiqueros de nuestra ciudad y los vemos pasar de cuatro en cuatro años haciéndoles reverencias a su paso, como otrora hacían nuestros predecesores con el rey y los virreyes.
Es probable que la cultura del olvido sobre nuestro pasado, no permita que en el presente rompamos las cadenas que nos someten a ver las cosas pasar, estando mudos y atados, como si no pudiéramos ni siquiera pensar en darle las libertades necesarias a los ciudadanos para elegir no por presiones, sino por convicciones, los mejores destinos para el prospero futuro de la comarca.
Es probable que la llama siga viva allí, como americanos que soñamos alguna vez con esto que poseemos y no aprendemos a merecer, de solo pensar en el esfuerzo de los patriotas que se batieron desde las montañas occidentales de la ciudad y que aun hoy nos resistimos a recordar…siento que hemos perdido el rumbo y que es importante retomar.
A la nueva administración municipal le corresponde la tarea de incentivar el recuerdo de la memoria histórica de la ciudad, como mandatario integral, es importante que quien maneje los destinos de la ciudad, infunda el respeto por mantener viva la llama de ser una ciudad pujante y libre, recordándole a los ciudadanos que no siempre tuvimos las libertades que hoy no sabemos merecer y por ende estamos como estamos.