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lunes, 18 de abril de 2011

LA AMBICION

“La ambición disfrazada con la máscara del desinterés suele engañar a las gentes más astutas”.
La ambición es polifacética. La ambición tiene cara de santo y cara de diablo, cara de hombre y cara de mujer, cara de interés y cara de desinterés, cara de virtuoso y cara de pecador.
La ambición tiene varias causas, y una de ellas es eso que se llama miedo.

Y el miedo hace que personas valiosas, dejen a un lado sus valores morales, éticos y sociales; para embarcarse en la aventura de la corrupción, sobre un mar salpicado de tormentas y peligros, aventura que saben cuando y donde inician, pero que su fecha y lugar de finalización es verdaderamente incierto; pero frente al temor de no llegar a ser o tener lo que siempre han ambicionado, se enceguecen y se dejan llevar.

Cuanta gente valiosa está involucrada en el famoso caso del hueco de bavaria, algunos más valiosos que otros, pero igual, el humilde muchacho que en el parque Santander, limpia el calzado de los orgullosos caballeros, podría convertirse en ladrón si llegase a sentir miedo a la pobreza, miedo a sí mismo, miedo a su futuro…pero, no lo hace.
El elegante mesero un lujoso restaurante de la ciudad, podría convertirse en un gánster, en un asaltante de bancos o en un ladrón muy fino, si por desgracia llegase a sentir miedo de sí mismo, de su humilde posición de mesero, de su propio porvenir…pero no lo hace.
Cuando se pierde el amor por DIOS, se pierde el amor por sí mismo y el amor por el prójimo, no se tiene temor a nada y se tiene temor a todo, al pasado, al presente y al futuro, por eso el fin justifica los medios, sin importar el entorno, la familia, los amigos, los otros…Hay tanta gente valiosa involucrada en esta telaraña de ambiciones desmedidas del hueco de bavaria, que da tristeza el solo repasar los hechos.
Nunca podrán tener todo lo que desean, a menos que aprendan a querer tener lo que ya tiene.

Cuando eres agradecido y aprecias las cosas que posees, empiezas a sentir que tienes más de lo que necesitas.

La Vida no pasa por poseer, sino por Ser. Nada de lo que estas personas obtengan les hará felices, pues la felicidad proviene del interior y solo teniendo paz interior, que por ahora no la tienen; podrán hacerse felices a ellos mismos. Estas personas con sus procederes aceptan tener carencias y limitaciones; le temen a la vida, le temen a todo, están constantemente ocupados en conseguir más y más cosas. Por contraste, apreciando todo lo que tienen, tomarían conciencia de ello, lo cual acercaría a sus vidas todo aquello que sinceramente desean; en forma honesta.

La ambición no tiene nada de malo, pero no nos llevará a ninguna parte a menos que esté dentro de un contexto y tenga un sentido. Estar frustrados y resentidos por aquello que no tenemos no nos llevara demasiado lejos. Disfrutar cada momento sin condicionamientos nos ayudará a estar "en positivo", una condición necesaria para que podamos alcanzar las metas.

Valorar lo que tenemos, cuidarlo y construir a partir de ello. Cuidar la casa, la familia, las relaciones, el entorno, las habilidades, la mente, los valores, la vida misma.

Cuanto más agradecidos estemos por aquello que ya hemos conseguido, más nos dará la Vida.

Entonces, pensemos en positivo, aprendamos la lección de vida que significa para la ciudad, este proceso de corrupción, que no tuvo limites, pero si perdedores y los perdedores hemos sido todos.

En unos meses tenemos la responsabilidad de enderezar el camino, de no darle más gasolina a aquellos que ambicionan el poder en forma desmedida y que solo piensan en primera persona, sin importar el interés general de los ciudadanos.

Hay que salir a enderezar el camino, eligiendo bien.